STA
El dub es goma. Una masa chiclosa, pegajosa y que desprende un extraño aroma al manipularla. Una mezcla de incienso, ganja y carne a la brasa que aturde, embriaga, reconforta y te atrapa adhiriéndose a cada poro de la piel, mientras moldeas pulpos de tentáculos infinitos. O quizá solo los imaginas, rodeándote, abrazándote e invitándote a quedarte dentro para siempre. Como querrías quedarte dentro de “Goma”, primer disco del colectivo STA para Humo.
Treinta minutos de dub delicioso que podrían ser 60, parecerte 90 u otras veces 10. El tiempo también es elástico bajo los tóxicos efluvios de esta viscosa sustancia. “Goma” está elaborado con sabiduría de alquimista, fruto de una trayectoria que se remonta 15 años atrás y que tiene como protagonistas fundadores a dos barceloneses de origen argentino, como Pablo (Pope) y Holy, y a otro montón de músicos inquietos que han pasado por las diferentes mutaciones de Dub Corao, Strandius y ahora STA. Una aventura inspirada en la dulce e hipnótica cadencia del reggae y en su evocadora calidez, pero también en su afán explorador y en su desbordante imaginación y descaro.
Para quien necesite de etiquetas, “Goma” es un disco de dub, sin duda y con orgullo; pero también es un placer sensorial absolutamente delicioso, que fluye con tal naturalidad que parece no exigir esfuerzo a su creador. Ahí está la grandeza de STA, en ese hacer fácil lo difícil, para que, a través de una delicada y concienzuda labor de producción, edición y mezcla, nos hayan entregado este capricho musical, trufado de detalles que hay que ir descubriendo con las adictivas escuchas. Con especial mención al fascinante tratamiento textural de las guitarras, que lo mismo remiten a un spaghetti western, que recuerdan a las amebas sonoras de Can o a las punzantes aristas de PIL; o quizá sean los sintetizadores. No lo sé, el olor a goma me está nublando la mente…