Somadamantina se une a Humo Internacional
A pesar de que la retórica del ganador y los billetes del trap y la música urbana encuentra a veces difícil asiento en los oídos de quien haya nacido antes del 90, si hay una persona que merece el soberano adjetivo de REINA (traducción Z: mother), sea cual sea tu fecha de nacimiento y tu filia musical, esa es Somadamantina.
Pionera de verdad, de cuando el trap aún era una cosa de la calle, con credibilidad, inadaptación, y regida por el D.I.Y. más galopante, Cristina Rodríguez subió sus primeros temas a YouTube en 2012. Un EP más tarde, bajo el nombre de Slim Kawasaki, publicó Femme fatale (2015), y si no recuerdas (ya no digamos si nunca has visto) el vídeo ya estás corriendo a Youtube antes de seguir leyendo estas líneas. Efectivamente, estamos hablando de una ídola, con todas las letras y sin competición posible. Hipnótica, desafiante, experimental, rodeada de un misticismo poco habitual en el género, y a la vez sincera y frágil de una manera poderosa, Somadamantina se ha pasado todas las pantallas y cada vez que decide mover un dedo el mundo está de suerte.
Definida por Primavera Sound (y por Yung Beef) como “una leyenda”, denominada por la extinta Vice como “la artista más especial del trap español”, Cristina publicó en agosto de 2020 con Infinito Audio Network el elepé “Magnanimity” (hoy en día agotado), y unos meses después, en digital, el single “Celestial”, que será el placer y el honor de esta casa publicar por primera vez en un vinilo de 7”. Más información sobre eso muy pronto.
“Nunca pensé que el trap se volvería mainstream”, decía Somadamantina a El País en 2017. “Demasiada vanguardia en sus letras como para convertirla en algo comercial”, decía sobre ella Alicia Álvarez en Beatburguer ese mismo año. Cuando buscas Somadamantina en Google el buscador te sugiere como búsquedas relacionadas a Ms Nina, Bea Pelea, La Zowi y Tomasa del Real, pero los caminos artísticos de Cristina parecen transitar más bien por una mezcla explosiva de ausencia total de prejuicios musicales, sinceridad, una visión vanguardista (con perdón por la palabra) con la mirada puesta siempre en otras artes, y de un acercamiento lírico ajeno a cualquier fórmula, en el que su rareza intrínseca hace de cada una de sus piezas una obra única.
Somadamantina está de vuelta de todo, y tiene un nuevo disco en ciernes que verá la luz antes de que acabe el año. El mundo está de suerte.